No juegues con el mar,
que es egoísta.
No juegues con el mar,
que es traicionero.
No juegues con el mar,
niña mía.
Se llevó,
lo que más quería.
miércoles, 25 de agosto de 2010
El mar I
El mar suspira victorioso,
la niña se prendó,
de su porte oneroso.
El mar sonríe zalamero,
la niña le ofreció
su secreto prisionero.
El mar suspira enamorado,
la niña le entregó,
su don más preciado.
la niña se prendó,
de su porte oneroso.
El mar sonríe zalamero,
la niña le ofreció
su secreto prisionero.
El mar suspira enamorado,
la niña le entregó,
su don más preciado.
martes, 24 de agosto de 2010
El niño y el mar
¡Mamá, el mar se lleva mi barquito!
No llores, mi niño. Te lo devolverá.
¡Mamá, el mar se lleva mi pelota!
No llores, mi niño. Te la devolverá.
¡Mamá, el mar se lleva mi cunita!
Llora, mi niño, llora, que ya no volverá.
No llores, mi niño. Te lo devolverá.
¡Mamá, el mar se lleva mi pelota!
No llores, mi niño. Te la devolverá.
¡Mamá, el mar se lleva mi cunita!
Llora, mi niño, llora, que ya no volverá.
Caracola
Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!
Caracola de mar
de mundos lejanos,
de infancias felices,
de navíos extraños.
Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!
Caracola de mar
de sueños tardíos
de olas y rocas
de remansos de paz.
Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!
¡Qué recuerdos me traes!
Caracola de mar
de mundos lejanos,
de infancias felices,
de navíos extraños.
Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!
Caracola de mar
de sueños tardíos
de olas y rocas
de remansos de paz.
Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!
viernes, 30 de julio de 2010
Juego de colores
Juegan los colores,
juegan a pintar,
una linda playa
quieren dibujar.
Un bello dibujo
para regalar.
El azul
pinta las olas
el amarillo
rayos de sol.
El marrón
pinta la arena
y al pulpo
sin ton ni son.
El blanco
quiere pintar perlas,
pechinas y caracolas
cubiertas de sal.
El verde
prefiere las algas,
y el rojo
elige el coral.
Rosa y lila
se han enfadado,
no quieren participar.
Y el negro
como lo han apartado
llora y llora sin parar.
Juegan los colores,
juegan a pintar,
una linda playa
te quieren regalar.
Si te ha gustado,
niño mío, aplaude,
aplaude al cantar:
“Juegan los colores
Juegan a pintar.”
juegan a pintar,
una linda playa
quieren dibujar.
Un bello dibujo
para regalar.
El azul
pinta las olas
el amarillo
rayos de sol.
El marrón
pinta la arena
y al pulpo
sin ton ni son.
El blanco
quiere pintar perlas,
pechinas y caracolas
cubiertas de sal.
El verde
prefiere las algas,
y el rojo
elige el coral.
Rosa y lila
se han enfadado,
no quieren participar.
Y el negro
como lo han apartado
llora y llora sin parar.
Juegan los colores,
juegan a pintar,
una linda playa
te quieren regalar.
Si te ha gustado,
niño mío, aplaude,
aplaude al cantar:
“Juegan los colores
Juegan a pintar.”
El mar
El mar
al escondite quiere jugar,
con las caracolas
y estrellas de mar.
Las olas, celosas,
también quieren jugar,
llenando de espuma
a las estrellas de mar.
Las caracolas, enfadadas,
ya no les quieren hablar.
Y las olas, arrepentidas,
las invitan a merendar.
Se unen a la fiesta,
todos los habitantes del mar.
Caballitos y sirenas
también quieren bailar.
Están todos muy felices
y la luna sonríe sin parar.
¡Qué chiquillos tan revoltosos!
¡Cuánto les gusta jugar!
al escondite quiere jugar,
con las caracolas
y estrellas de mar.
Las olas, celosas,
también quieren jugar,
llenando de espuma
a las estrellas de mar.
Las caracolas, enfadadas,
ya no les quieren hablar.
Y las olas, arrepentidas,
las invitan a merendar.
Se unen a la fiesta,
todos los habitantes del mar.
Caballitos y sirenas
también quieren bailar.
Están todos muy felices
y la luna sonríe sin parar.
¡Qué chiquillos tan revoltosos!
¡Cuánto les gusta jugar!
miércoles, 21 de julio de 2010
Animales y naturaleza
En noche de luna llena,
la libélula vuela,
la salamandra cena.
Los mosquitos avispados,
emigran del lugar.
En noche de luna llena,
libélula y salamandra,
comparten cena.
****
Rompe el capullo
la mariposa al nacer.
Vuela de flor en flor
buscando un querer.
Una mariposa amiga,
que le muestre el amanecer.
****
El caimán, muy taimado,
al pez quiere engañar,
finge ser su amigo,
pero se lo quiere merendar.
El pez, embobado,
se deja engatusar,
convirtiéndose en merienda,
de caimán y calamar.
la libélula vuela,
la salamandra cena.
Los mosquitos avispados,
emigran del lugar.
En noche de luna llena,
libélula y salamandra,
comparten cena.
****
Rompe el capullo
la mariposa al nacer.
Vuela de flor en flor
buscando un querer.
Una mariposa amiga,
que le muestre el amanecer.
****
El caimán, muy taimado,
al pez quiere engañar,
finge ser su amigo,
pero se lo quiere merendar.
El pez, embobado,
se deja engatusar,
convirtiéndose en merienda,
de caimán y calamar.
martes, 13 de julio de 2010
¡Hemos ganado!
—¡¡¡Gol, gol, gooool!!! —gritaba el papá de Pablito, mientras daba saltos como si fuera un canguro y apretaba los puños —. ¡Sí, sí, sí!
Abrió la ventana y gritó:
—¡Les vamos a dar la del pulpo!
—¡Sí, la del pulpo Paul! —contestó otra voz desde la calle.
Pablito pegó un brinco. Estaba jugando tranquilamente con sus coches, muy feliz porque era de noche y no le habían dicho que se fuera ya a la cama, y los gritos le asustaron.
“¿Mi papá gritando? ¿Mi mamá no le riñe, y lo abraza? Aquí pasa algo raro”, pensó Pablito.
“Mi padre nunca grita cuando ve un partido de fútbol y mi madre es que ni siquiera los ve.
Y ahora, mírala, llorando de alegría. Aquí pasa algo raro. Le preguntaré a mi hermano.”
El hermano mayor de Pablito, tenía ya 14 años, y era muy listo, pero siempre que podía le daba alguna colleja, por eso Pablito procuraba mantenerse alejado de él. Pero ahora estaba muy extrañado por el comportamiento tan “raro” de sus padres. Así que se armó de valor y le dijo:
—Tete.
—¿Qué quieres, enano? ¿No ves qué estoy viendo el partido?
—Sí, pero, ¿por qué este partido es distinto? —dijo Pablito.
—¿Distinto cómo? —le preguntó su hermano.
—Mamá lo está viendo, y papá grita.
—Pues claro, enano. Es la final de la copa del mundo. ¡Y España va ganando!
—¿Por eso están todos tan contentos? —preguntó Pablito.
—¡Claro! Y ahora calla —le ordenó mientras miraba extasiado el televisor.
A Pablito le habría gustado preguntar por qué era tan importante ganar la copa del mundo, pero no quería tentar a la suerte. De momento había salido ileso.
Piiii. Final del partido.
—¡¡Hemos ganado!! —gritaba el papá de Pablito, eufórico—. ¡¡Hemos ganado!!
—¿Y qué nos van a regalar, papá? —le preguntó Pablito. El sabía que cuando ganabas, te regalaban algo.
Aunque él todavía no había ganado nada, pero a su amigo Quique, que ganó el concurso de sumas, le regalaron un estuche azul marino con una goma, un sacapuntas, y dos lápices.
Y estuvo presumiendo más de una semana.
—A nosotros nada. A los jugadores una medalla y una copa. Pero somos campeones del mundo .Los mejores, hijo. Los mejores —le contestó su papá, mientras lo cogía en brazos y lo abrazaba.—. Vamos a celebrarlo.
—¿Tomándonos un helado? —preguntó Pablito esperanzado. Sus papás estaban tan contentos que a lo mejor no se acordaban que tenía prohibido tomar helados por la noche, pues luego le dolía la tripita.
—Claro, hijo. Tomándonos una gran copa de helado —contestó su papá riendo.
—Venga, vámonos ya —dijo mamá riendo también.
Realmente estaba siendo una noche muy rara.
Cogieron la bandera de España, y subieron al coche. Y no pararon de pitar, como hacían todos los otros coches.
Primero pensaron en acercarse a la plaza del ayuntamiento, pero había tantísima gente, que cambiaron de idea y terminaron en la heladería favorita de Pablito, que también estaba llena de gente. Pidieron la “copa del mundo”, que estaba riquísima, y luego se fueron a dar otra vuelta con el coche y a seguir pitando.
—¡Una noche memorable! —exclamó el hermano de Pablito.
—Una noche muy rara —dijo Pablito mientras se le cerraban los ojos—. Pero… que se repita.
Abrió la ventana y gritó:
—¡Les vamos a dar la del pulpo!
—¡Sí, la del pulpo Paul! —contestó otra voz desde la calle.
Pablito pegó un brinco. Estaba jugando tranquilamente con sus coches, muy feliz porque era de noche y no le habían dicho que se fuera ya a la cama, y los gritos le asustaron.
“¿Mi papá gritando? ¿Mi mamá no le riñe, y lo abraza? Aquí pasa algo raro”, pensó Pablito.
“Mi padre nunca grita cuando ve un partido de fútbol y mi madre es que ni siquiera los ve.
Y ahora, mírala, llorando de alegría. Aquí pasa algo raro. Le preguntaré a mi hermano.”
El hermano mayor de Pablito, tenía ya 14 años, y era muy listo, pero siempre que podía le daba alguna colleja, por eso Pablito procuraba mantenerse alejado de él. Pero ahora estaba muy extrañado por el comportamiento tan “raro” de sus padres. Así que se armó de valor y le dijo:
—Tete.
—¿Qué quieres, enano? ¿No ves qué estoy viendo el partido?
—Sí, pero, ¿por qué este partido es distinto? —dijo Pablito.
—¿Distinto cómo? —le preguntó su hermano.
—Mamá lo está viendo, y papá grita.
—Pues claro, enano. Es la final de la copa del mundo. ¡Y España va ganando!
—¿Por eso están todos tan contentos? —preguntó Pablito.
—¡Claro! Y ahora calla —le ordenó mientras miraba extasiado el televisor.
A Pablito le habría gustado preguntar por qué era tan importante ganar la copa del mundo, pero no quería tentar a la suerte. De momento había salido ileso.
Piiii. Final del partido.
—¡¡Hemos ganado!! —gritaba el papá de Pablito, eufórico—. ¡¡Hemos ganado!!
—¿Y qué nos van a regalar, papá? —le preguntó Pablito. El sabía que cuando ganabas, te regalaban algo.
Aunque él todavía no había ganado nada, pero a su amigo Quique, que ganó el concurso de sumas, le regalaron un estuche azul marino con una goma, un sacapuntas, y dos lápices.
Y estuvo presumiendo más de una semana.
—A nosotros nada. A los jugadores una medalla y una copa. Pero somos campeones del mundo .Los mejores, hijo. Los mejores —le contestó su papá, mientras lo cogía en brazos y lo abrazaba.—. Vamos a celebrarlo.
—¿Tomándonos un helado? —preguntó Pablito esperanzado. Sus papás estaban tan contentos que a lo mejor no se acordaban que tenía prohibido tomar helados por la noche, pues luego le dolía la tripita.
—Claro, hijo. Tomándonos una gran copa de helado —contestó su papá riendo.
—Venga, vámonos ya —dijo mamá riendo también.
Realmente estaba siendo una noche muy rara.
Cogieron la bandera de España, y subieron al coche. Y no pararon de pitar, como hacían todos los otros coches.
Primero pensaron en acercarse a la plaza del ayuntamiento, pero había tantísima gente, que cambiaron de idea y terminaron en la heladería favorita de Pablito, que también estaba llena de gente. Pidieron la “copa del mundo”, que estaba riquísima, y luego se fueron a dar otra vuelta con el coche y a seguir pitando.
—¡Una noche memorable! —exclamó el hermano de Pablito.
—Una noche muy rara —dijo Pablito mientras se le cerraban los ojos—. Pero… que se repita.
martes, 6 de julio de 2010
Sin corazón
Para Rubén, que generosamente me regaló su idea.
La niña, mientras se convertía en mujer, perdió su corazón.
Fue una vez que lo sacó para ofrecérselo a él, pero como no le gustó, no tenía el tamaño ni la textura apropiadas, ahora vaga sin dueño.
Algunas veces se le puede escuchar en cuartos de baño vacíos o en cuevas oscuras y húmedas, es como un doble goteo: tlocktlock, tlocktlock, el sonido de un corazón sin dueño.
Algunos lo oyen, principalmente los niños, cuando pasan cerca de los lugares por los que vaga, pero piensan que ese, tlonktlonk, tlonktlonk, es un simple goteo.
También las parejas de enamorados, que van en busca de rincones oscuros, pero no entienden que ese sonido, es la llamada de un corazón solitario, en busca de un amigo.
Y sigue vagando por cuartos de baño vacíos y cuevas oscuras y húmedas, buscando a la niña-mujer, que un día ofreció su corazón, condenándolo a vagar por cuartos de baño vacíos, y rincones oscuros y húmedos, acompañando con su tlonktlonk, tlonktlonk, el gotear de la vida.
La niña, mientras se convertía en mujer, perdió su corazón.
Fue una vez que lo sacó para ofrecérselo a él, pero como no le gustó, no tenía el tamaño ni la textura apropiadas, ahora vaga sin dueño.
Algunas veces se le puede escuchar en cuartos de baño vacíos o en cuevas oscuras y húmedas, es como un doble goteo: tlocktlock, tlocktlock, el sonido de un corazón sin dueño.
Algunos lo oyen, principalmente los niños, cuando pasan cerca de los lugares por los que vaga, pero piensan que ese, tlonktlonk, tlonktlonk, es un simple goteo.
También las parejas de enamorados, que van en busca de rincones oscuros, pero no entienden que ese sonido, es la llamada de un corazón solitario, en busca de un amigo.
Y sigue vagando por cuartos de baño vacíos y cuevas oscuras y húmedas, buscando a la niña-mujer, que un día ofreció su corazón, condenándolo a vagar por cuartos de baño vacíos, y rincones oscuros y húmedos, acompañando con su tlonktlonk, tlonktlonk, el gotear de la vida.
domingo, 4 de julio de 2010
Nana
Dulces sueños
mi pequeño,
dulces sueños
mi bebé.
Dulces sueños
mi tesoro,
dulces sueños
mi querer.
Cierra pronto
esos ojitos
duerme pronto
mi bebé,
Que la noche
está esperando
tu sonrisa
y tu querer.
mi pequeño,
dulces sueños
mi bebé.
Dulces sueños
mi tesoro,
dulces sueños
mi querer.
Cierra pronto
esos ojitos
duerme pronto
mi bebé,
Que la noche
está esperando
tu sonrisa
y tu querer.
viernes, 23 de abril de 2010
El equilibrista
El equilibrista vuela,
vuela el equilibrista.
Por el alambre camina,
por el alambre sueña.
De risas y aplausos vive,
con su alma de niño sueña.
Camina entre nubes y estrellas,
sobre el alambre, vuela.
vuela el equilibrista.
Por el alambre camina,
por el alambre sueña.
De risas y aplausos vive,
con su alma de niño sueña.
Camina entre nubes y estrellas,
sobre el alambre, vuela.
jueves, 22 de abril de 2010
María y yo
A mi hijo José
María es mi hermanita. Es un ángel. Nació con alas porque Jesús quería tenerla a su lado.
Todas las noches viene a mi cama y me pregunta cómo me ha ido el día.
Yo le digo que bien, aunque algunos compañeros me fastidien bastante, porque no quiero que se ponga triste.
Algunas noches le cuento las travesuras de Jaime, y ella se ríe mucho. Cuando lo hace es como si escuchara la campanita de cristal que el abuelo de Madrid le regaló a mi mamá. Suenan igual.
Ayer, Jaime subió la aspiradora a la litera de arriba , llenó de chocapic la cama de abajo, y empezó a aspirarlos todos.
Luego vino al comedor y nos dijo: “la aspiradora ya no puede comer más chocapic”.Fuimos todos corriendo a su habitación y vimos lo que había hecho.
Papá dijo: “Jaime tampoco va a comer más chocapic” Y mamá sólo suspiró y guardó la aspiradora.
María casi se cae de mi cama de la risa, yo también me reí mucho.
Y es que este Jaime, tiene cada cosa.
Como cuando tira los polvos de talco por todo el comedor y dice que ha nevado.
Pero no todo es divertido. Muchas veces Jaime se pone muy pesado porque siempre quiere ver Clan, y yo me canso, pues esos dibujos son para bebés, y yo ya soy mayor.
Y además,tengo que dejarle la DS y eso me fastidia mucho, mucho, pues me lo borra todo y luego tengo que volver a empezar el juego y así, claro, pues no avanzo.
Una vez me enfadé mucho porque me borró los pokemon que había conquistado.
Cuando le digo a María que quiero descansar de Jaime, ella me dice que tenga paciencia, que es muy bonito tener un hermano que te quiera tanto. Y en eso tiene razón, Jaime me quiere mucho. Me abraza, y siempre quiere jugar conmigo.
Yo le digo a María que también la quiero mucho y ella sonríe, y me da un besito de hada en la mejilla. Supongo que será de hada, porque apenas lo noto.
Con Jaime no habla. El no sabe que nos visita todas las noches. Quizá cuando crezca un poquito más.
Pero lo importante es que tengo un ángel de la guarda que se llama María. Es mi hermanita, y desde el cielo, nos cuida.
María es mi hermanita. Es un ángel. Nació con alas porque Jesús quería tenerla a su lado.
Todas las noches viene a mi cama y me pregunta cómo me ha ido el día.
Yo le digo que bien, aunque algunos compañeros me fastidien bastante, porque no quiero que se ponga triste.
Algunas noches le cuento las travesuras de Jaime, y ella se ríe mucho. Cuando lo hace es como si escuchara la campanita de cristal que el abuelo de Madrid le regaló a mi mamá. Suenan igual.
Ayer, Jaime subió la aspiradora a la litera de arriba , llenó de chocapic la cama de abajo, y empezó a aspirarlos todos.
Luego vino al comedor y nos dijo: “la aspiradora ya no puede comer más chocapic”.Fuimos todos corriendo a su habitación y vimos lo que había hecho.
Papá dijo: “Jaime tampoco va a comer más chocapic” Y mamá sólo suspiró y guardó la aspiradora.
María casi se cae de mi cama de la risa, yo también me reí mucho.
Y es que este Jaime, tiene cada cosa.
Como cuando tira los polvos de talco por todo el comedor y dice que ha nevado.
Pero no todo es divertido. Muchas veces Jaime se pone muy pesado porque siempre quiere ver Clan, y yo me canso, pues esos dibujos son para bebés, y yo ya soy mayor.
Y además,tengo que dejarle la DS y eso me fastidia mucho, mucho, pues me lo borra todo y luego tengo que volver a empezar el juego y así, claro, pues no avanzo.
Una vez me enfadé mucho porque me borró los pokemon que había conquistado.
Cuando le digo a María que quiero descansar de Jaime, ella me dice que tenga paciencia, que es muy bonito tener un hermano que te quiera tanto. Y en eso tiene razón, Jaime me quiere mucho. Me abraza, y siempre quiere jugar conmigo.
Yo le digo a María que también la quiero mucho y ella sonríe, y me da un besito de hada en la mejilla. Supongo que será de hada, porque apenas lo noto.
Con Jaime no habla. El no sabe que nos visita todas las noches. Quizá cuando crezca un poquito más.
Pero lo importante es que tengo un ángel de la guarda que se llama María. Es mi hermanita, y desde el cielo, nos cuida.
La manzanita vanidosa
Manzanita vanidosa,
tan linda y preciosa,
sólo miras las estrellas,
quieres ser como ellas.
Desprecias a las demás
porque no son tan bellas.
“¡Qué arrugadas están
no quiero hablar con ellas!”
Pero un día el viento,
del árbol la tiró,
y sucia y magullada
la manzanita quedó.
¡Ay, manzanita vanidosa!
Te creías la más hermosa,
y ahora estás sola
por presumida y orgullosa.
tan linda y preciosa,
sólo miras las estrellas,
quieres ser como ellas.
Desprecias a las demás
porque no son tan bellas.
“¡Qué arrugadas están
no quiero hablar con ellas!”
Pero un día el viento,
del árbol la tiró,
y sucia y magullada
la manzanita quedó.
¡Ay, manzanita vanidosa!
Te creías la más hermosa,
y ahora estás sola
por presumida y orgullosa.
martes, 2 de marzo de 2010
Tejedora de sueños
a mi querida Mir
Teje, teje la tejedora,
con hilos de plata,
con hilos de oro
Teje, teje la tejedora,
dibuja estrellas,
compone versos
Incansable ante su telar
teje, teje sueños,
la tejedora.
Teje, teje la tejedora,
con hilos de plata,
con hilos de oro
Teje, teje la tejedora,
dibuja estrellas,
compone versos
Incansable ante su telar
teje, teje sueños,
la tejedora.
viernes, 19 de febrero de 2010
Un ángel
Un ángel llora
porque perdió sus alas
y no puede volar.
Las tiene mi niña,
las guarda en su cuna
porque las quiere copiar.
El ángel llora,
quiere sus alas
para poder volar.
Toma tus alas,
me regalaron otras,
podemos volar.
Un ángel ríe,
porque tiene una amiga
con la que poder jugar.
porque perdió sus alas
y no puede volar.
Las tiene mi niña,
las guarda en su cuna
porque las quiere copiar.
El ángel llora,
quiere sus alas
para poder volar.
Toma tus alas,
me regalaron otras,
podemos volar.
Un ángel ríe,
porque tiene una amiga
con la que poder jugar.
viernes, 12 de febrero de 2010
para María
Una lágrima de triste alegría
o de alegre tristeza se derrama
porque la niña nació con alas.
¿Tal vez era un ángel
y por eso voló tan pronto?
¿O era mariposa
de tantos colores
y va de flor en flor?
Asombrados
la vimos irse,
con las manos, incapaces,
no la pudimos sujetar
Con lágrima, con alegría,
de colores, triste, en el cielo
volando nos mira: María.
Kepa
o de alegre tristeza se derrama
porque la niña nació con alas.
¿Tal vez era un ángel
y por eso voló tan pronto?
¿O era mariposa
de tantos colores
y va de flor en flor?
Asombrados
la vimos irse,
con las manos, incapaces,
no la pudimos sujetar
Con lágrima, con alegría,
de colores, triste, en el cielo
volando nos mira: María.
Kepa
martes, 19 de enero de 2010
María
Mi niña duerme
entre lunas de algodón,
rodeada de estrellas
que cantan, una dulce canción.
Mi niña sueña
que es una bella flor,
un clavel, una rosa,
o un tímido girasol.
Mi niña baila descalza
con sus manitas al viento,
es mariposa que quiere
llegar hasta el sol.
Duerme, duerme mi niña,
el dolor ya se marchó,
solo parajes de azúcar te envolverán
junto con mi corazón.
entre lunas de algodón,
rodeada de estrellas
que cantan, una dulce canción.
Mi niña sueña
que es una bella flor,
un clavel, una rosa,
o un tímido girasol.
Mi niña baila descalza
con sus manitas al viento,
es mariposa que quiere
llegar hasta el sol.
Duerme, duerme mi niña,
el dolor ya se marchó,
solo parajes de azúcar te envolverán
junto con mi corazón.
viernes, 8 de enero de 2010
A mi niña María
Mi niña quiere nacer.
Tiene prisa por crecer.
No te impacientes, mi niña,
no te apresures, mi sol.
Los pájaros con sus trinos,
ensayan una canción.
Las nubes, cual hilanderas,
tejen cunas de algodón.
Y el mar, generoso y fiel,
te ofrece su hermoso don.
No tengas prisa, mi niña,
que el alba paciente espera
tus risas con ilusión.
Tiene prisa por crecer.
No te impacientes, mi niña,
no te apresures, mi sol.
Los pájaros con sus trinos,
ensayan una canción.
Las nubes, cual hilanderas,
tejen cunas de algodón.
Y el mar, generoso y fiel,
te ofrece su hermoso don.
No tengas prisa, mi niña,
que el alba paciente espera
tus risas con ilusión.
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