El mar
al escondite quiere jugar,
con las caracolas
y estrellas de mar.
Las olas, celosas,
también quieren jugar,
llenando de espuma
a las estrellas de mar.
Las caracolas, enfadadas,
ya no les quieren hablar.
Y las olas, arrepentidas,
las invitan a merendar.
Se unen a la fiesta,
todos los habitantes del mar.
Caballitos y sirenas
también quieren bailar.
Están todos muy felices
y la luna sonríe sin parar.
¡Qué chiquillos tan revoltosos!
¡Cuánto les gusta jugar!
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