jueves, 27 de enero de 2011

La niña y el mar

Se enamora la niña,
del mar, se enamora.

De su porte elegante,
de su andar zalamero
se enamora la niña,
del mar, se enamora.

Con sus rizos de plata,
con sus versos de oro,
se enamora la niña,
del mar, se enamora

miércoles, 25 de agosto de 2010

El mar II

No juegues con el mar,
que es egoísta.

No juegues con el mar,
que es traicionero.

No juegues con el mar,
niña mía.
Se llevó,
lo que más quería.

El mar I

El mar suspira victorioso,
la niña se prendó,
de su porte oneroso.

El mar sonríe zalamero,
la niña le ofreció
su secreto prisionero.

El mar suspira enamorado,
la niña le entregó,
su don más preciado.

martes, 24 de agosto de 2010

El niño y el mar

¡Mamá, el mar se lleva mi barquito!
No llores, mi niño. Te lo devolverá.

¡Mamá, el mar se lleva mi pelota!
No llores, mi niño. Te la devolverá.

¡Mamá, el mar se lleva mi cunita!
Llora, mi niño, llora, que ya no volverá.

Caracola

Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!

Caracola de mar
de mundos lejanos,
de infancias felices,
de navíos extraños.

Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!

Caracola de mar
de sueños tardíos
de olas y rocas
de remansos de paz.

Caracola de mar
¡Qué recuerdos me traes!

viernes, 30 de julio de 2010

Juego de colores

Juegan los colores,
juegan a pintar,
una linda playa
quieren dibujar.
Un bello dibujo
para regalar.


El azul
pinta las olas
el amarillo
rayos de sol.
El marrón
pinta la arena
y al pulpo
sin ton ni son.

El blanco
quiere pintar perlas,
pechinas y caracolas
cubiertas de sal.
El verde
prefiere las algas,
y el rojo
elige el coral.

Rosa y lila
se han enfadado,
no quieren participar.
Y el negro
como lo han apartado
llora y llora sin parar.

Juegan los colores,
juegan a pintar,
una linda playa
te quieren regalar.

Si te ha gustado,
niño mío, aplaude,
aplaude al cantar:
Juegan los colores
Juegan a pintar.”

El mar

El mar
al escondite quiere jugar,
con las caracolas
y estrellas de mar.

Las olas, celosas,
también quieren jugar,
llenando de espuma
a las estrellas de mar.

Las caracolas, enfadadas,
ya no les quieren hablar.
Y las olas, arrepentidas,
las invitan a merendar.

Se unen a la fiesta,
todos los habitantes del mar.
Caballitos y sirenas
también quieren bailar.

Están todos muy felices
y la luna sonríe sin parar.
¡Qué chiquillos tan revoltosos!
¡Cuánto les gusta jugar!