lunes, 31 de diciembre de 2007

La princesa y el dragón

Había una vez, una princesa muuy guapa, muuy guapa y un malvado dragón que en cuanto la vió se dijo: esta princesa me gusta, me la llevaré a mi castillo y me la comeré para cenar. Y el dragón cogió a la princesa con sus garras y se la llevó volando, volando... y la encerró en lo más alto de la torre.
La princesa lloraba mucho.
- No quiero ser la cena del dragón- decía. ¡Príncipe, ven a salvarme!
Y el príncipe, al oir que la princesa lo llamaba, montó en su caballo y corrió veloz al castillo.
Pero el dragón, que volaba alrdedor de la torre, pues no quería que la princesa escapara; cuando vio llegar al príncipe, empezó a echar fuego por la boca. El príncipe esquivaba las llamaradas, y en el momento en que el dragón dejó de echar fuego por la boca, el príncipe saca su espada y ¡Zas!, se la clava en el estómago y el dragón se muere.
El príncipe sube a la torre, a rescatar a la princesa, pero la puerta está cerrada con llave.
-La llave la tiene el dragón- dice la princesa. Búscala.
Y el príncipe se acerca al dragón con mucho cuidado, y empieza a buscar. Al final, encuentra un pequeño bolsillo cerca del corazón del dragón y dentro estaba la llave.
Muy contento, el príncipe le abre la puerta a la princesa y ella al verse libre por fin, abraza al príncipe y dándole un beso le dice: contigo me casaré y muy felices seremos.

Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.

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