La Luna sonríe
porque su niño la mira,
la Luna sonríe
porque su niño la llama.
Espérame, Luna mía
espérame, que ya voy.
Cogeré una escalera
de peldaños plateados,
una escalera infinita
para llegar hasta tí.
Mis brazos te rodearán,
y mis dedos cosquillas
en la nariz te harán.
Sonríe, Luna, sonríe,
tu niño, ya cerca está.
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