Había una vez,
un niño solitario
que todas las noches
mirando al cielo,
pedía un deseo.
Un día, una estrella
del cielo bajó
y en una niña se convirtió.
Siempre seremos amigos,
dijo la niña-estrella.
Tu deseo se cumplió.
Nunca más estarás sólo,
porque yo siempre
estaré junto a tí.
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